No quería irse
Deseaba retenerme para siempre
Infinito placer
Desnudo hasta el alma
Oscuro entre las múltiples luces
Moviéndose lentamente
A mi parecer
Sólo por mis caprichos
Se alzaba en la noche
Como una torre de naipes
Intentando no ceder
Ante lo irresistible
Cayendose ¡Ay! Cayéndose
Daban ganas de morderle la sonrisa
O regalarle un chupetín
No lo se
Era el más inocente
En su masculina
Húmeda fatiga
No hay comentarios.:
Publicar un comentario