jueves, 12 de septiembre de 2013

La carta oscura

No quería irse
Deseaba retenerme para siempre
Infinito placer
Desnudo hasta el alma
Oscuro entre las múltiples luces
Moviéndose lentamente
A mi parecer
Sólo por mis caprichos
Se alzaba en la noche
Como una torre de naipes
Intentando no ceder
Ante lo irresistible
Cayendose ¡Ay! Cayéndose
Daban ganas de morderle la sonrisa
O regalarle un chupetín
No  lo se
Era el más inocente
En su masculina
Húmeda fatiga

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