lunes, 23 de diciembre de 2013

Ojos curiosos

Huyendo del sofoco salgo a caminar.
Recuesto mi cabeza entre las estrellas,
me abandono al murmullo de los árboles
y a la melodía de los grillos.
Deteniéndome en cada flor,
persigo las luces entrometidas
dibujando tramas en el suelo.
Investigo a las hormigas voluntariosas
que continúan su labor a pesar de la hora.
¡Todo lo que se pierde la gente que está durmiendo,
la que se esta peleando por alguna estúpida razón,
la que se queja de que la ciudad es horrible!
En vez de desempolvar sus ojos de niño curioso
y salir del encierro a maravillarse
con eso que no ven por estar absorbidos
en cualquier nimio problema cotidiano.

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