Estoy atascada buscando una puerta
la ansiedad me lleva al suelo de vuelta
corro pero mis pies se funden con el
sigo en el mismo lugar
la llave no está en mis manos
contemplo el desierto y busco entre la arena
que se escapa entre mis dedos
como las horas pasar
y es tan inmenso su misterio
ardiendo bajo mis pies
cansados de merodear
sin poder entrar

Cuando el fuego amainó
quedé ciega, no pude ver
que algo más profundo
echaba raíz en mi
y creyéndome a solas
olvidé
que estabas del otro lado
por el silencio temí
que te hubieras marchado
fue el mio
el que te acobardó
del otro lado
pero entonces recordé
lo que el tiempo
nos había enseñado
y mirando más allá
del fuego pude ver
tu corazón incendiado